Una tarde de verano de aquel 10 de Julio del 2009, un grupo de quince amigos, nos juntamos para tocar algún instrumento musical, ritmo de percusión…Todos teníamos y compartíamos muchas cosas en común, pero de entre todas ellas destacaban dos; afición y pasión. La afición y el objetivo de pasárnoslo bien y sobre todo la pasión por la música.
Sin idea de ser algo serio, surgía la ocasión necesaria para poner en marcha la idea que en algún momento se nos había pasado por la cabeza a varias personas de este grupo. Un improvisado grupo. A partir de ahí, se puso dinero para comprar los instrumentos con los que empezamos a tocar; cencerros, silbatos, cajas, repeniques, surdos, etc… y uno de los amigos puso una nave para dejarnos ensayar.